Cronobiografía
María Moreno
Este vídeo narra en imágenes la vida personal y artística de María Moreno.
María Moreno
Nació en Madrid en 1933
Aunque pasó algunos años en Valencia durante su niñez, coincidiendo con la Guerra Civil, que le acercó a un mundo de luz y alegría, gracias a su contacto con la naturaleza y el mar; dejándole una huella indeleble. Durante su adolescencia fue ávida lectora y frecuentó los museos de la capital.
Comenzó sus estudios de Bellas Artes en 1954
Tras pasar un tiempo en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, pasó el examen de ingreso a la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde cursó los estudios de pintura.
1957
En el verano de 1957, coincidiendo con su etapa de formación, María viaja a París para satisfacer su curiosidad artística, conociendo museos y viendo pintura. Será precisamente allí donde realizará su autorretrato.
Durante los años 1958 y 1960 dio clases de dibujo
1959
En el entorno de la Escuela de San Fernando conoce o profundiza la amistad con varios estudiantes de Bellas Artes que se convirtieron posteriormente en artistas con importantes trayectorias: Isabel Quintanilla, Esperanza Parada, Julio López, Francisco López, Lucio Muñoz, Enrique Gran, Joaquín Ramo y Antonio López. Terminará sus estudios en 1959.
Al comienzo de su carrera se dedica a la labor docente, antes incluso de concluir sus estudios de Bellas Artes, impartiendo clases de dibujo. Tarea que comenzó en el Instituto Filial de Isabel la Católica de Madrid, donde enseñó entre 1958 y 1960.
1961
Se casa con el artista Antonio López
Con él tendrá dos hijas, María y Carmen. Serán compañeros de vida y oficio, suponiendo un gran apoyo mutuo en el desarrollo de sus carreras.
1966
Su primera exposición individual tuvo lugar en la Galería Edurne
Retoma la enseñanza
1966-69
entre 1966 y 1969, volvió a dar clases en dos instituciones de Alcalá de Henares: el Instituto Nacional de Enseñanza Media y la Universidad Laboral. Esta ocupación la compaginó con su propia producción artística.
En ella muestra un conjunto de obras intimistas, en las que representa espacios de su entorno, en el que predominan los interiores lúgubres y recogidos.
En los años sesenta da a conocer su obra en el ámbito nacional
La influencia de Antonio López Torres
Durante los años sesenta, cuando proliferan las galerías de arte en España, es cuando empieza a exponer su trabajo, que anteriormente guardaba para sí misma. En 1966 mostró su trabajo en dos salas madrileñas: las Galerías Juana Mordó y Edurne, donde tuvo su, ya comentada, primera muestra individual.
El pintor Antonio López Torres (1902-1987), tío de su marido, tuvo una gran incidencia en la obra de María Moreno; tanto en su apertura a la luz como en el cambio de su paleta hacia colores más cálidos y claros. Con él tuvieron continuado contacto desde los años sesenta tanto su marido y ella, como el matrimonio de artistas formado por Isabel Quintanilla y Francisco López.
En 1973 expone de forma
individual por segunda vez
1973
Con Antonio López Torres en1973
©E.Moses
María vuelve a exponer en solitario, pero esta vez, fuera de España, en Frankfurt, al ser invitada por el Galerista Herbert Meyer-Ellinger, quien ya había expuesto a los realistas y gracias al interés que el trabajo de estos artistas había despertado entre la crítica y público alemanes.
Años 70
Su trabajo se internacionaliza
Su obra fue expuesta y vendida durante los años setenta en varios países de Europa, fundamentalmente en Alemania, pero también en Francia, Reino Unido y Finlandia; así como en los Estados Unidos.
Participa en numerosas exposiciones colectivas en
España desde los años 80
1980
Finales de los 70
Su obra se llena de luz
Desde principios de los años ochenta, su obra se muestra en distintas exposiciones colectivas, varias de las cuales giran en torno al arte realista y alguna al arte realizado por mujeres, como Mujeres en el Arte Español (1900-1984), organizada en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid.
A partir de finales de los años setenta su paleta comienza a aclararse y a abrirse hacia la luz, que gana gran protagonismo en sus obras.
Productora ejecutiva de
El sol del Membrillo
1990-92
1990
Presenta su trabajo en una exposición individual en la Galería Claude Bernard
Los años 90 suponen su consolidación como artista, gracias a su participación en numerosas exposiciones colectivas y, especialmente, por su muestra individual en la Galerie Claude Bernard de París, que apuesta por su obra y amplía, así, su respaldo internacional.
María se hace cargo de la producción ejecutiva de la película de Víctor Erice, El sol del membrillo, que retrata el proceso creativo de Antonio López y en el que la propia María Moreno aparece como uno de los personajes principales.
Esta película ganará los premios del jurado y crítica del Festival de Cannes de 1992, así como otras distinciones de varios festivales internacionales como el de Chicago y el de Uruguay.
Década de los 90
Otra realidad, Compañeros en Madrid
Entre las exposiciones de las que forma parte, destaca la itinerante Otra realidad, Compañeros en Madrid, que comenzó en enero de 1992 en la Fundación Caja Madrid en la capital; puesto que sirvió para situar al grupo de artistas figurativos y abstractos que se conocieron en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en los años cincuenta y a los que unieron lazos de amistad. Este grupo estaba compuesto por Isabel Quintanilla, Julio y Francisco López Hernández, Esperanza Parada, Enrique Gran, Lucio Muñoz, Joaquín Ramo, Antonio López y María Moreno.
Durante esa década participa en importantes exposiciones tanto a nivel nacional como internacional que darán mayor visibilidad a la figuración realista que practicaba junto con otros amigos: Otra realidad, Compañeros en Madrid, Fundación Caja Madrid (1992); Contemporary Spanish Artists. Marlborough Fine Art, Tokio (1992); Desde la Realidad / Dalla Realtà – Quatro Artisti Spagnoli Contemporanei. Antonio López, Isabel Quintanilla, María Moreno, Francisco López. Accademia Spagnola di Storia, Archeologia e Belle Arti, Roma (1996); Contemporary Spanish Realists. Marlborough Fine Art, Londres (1996); Autour de la reálité: réalismes espagnols. Galerie Lina Davidov, París (1996).
Década de los 2000
Continúa participando en muestras colectivas, teniendo especial relevancia las que se producen a partir de 2005 y que resaltan su obra junto con sus compañeras realistas, como Pinceladas de Realidad. Amalia Avia, María Moreno, Isabel Quintanilla (2005), Museo de Bellas Artes de la Coruña. Así como otras que ahondaban en el grupo de realistas en toda su extensión como Realidad, arte spagnola della realtà, Galleria Civica di Palazzo Loffredo, Potenza (2006-2007).
Imparte talleres
Retoma la enseñanza e imparte algunos cursos, como la "Catedra Francisco de Goya" en el Palacio Los Serrano de Ávila.
2016
En 2016 se inauguró Realistas de Madrid, una muestra organizada por el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid que ha reavivado el interés por la obra del grupo de amigos y compañeros que desde los años cincuenta del siglo pasado se han dedicado a la figuración: Esperanza Parada, Amalia Avia, Julio y Francisco López, Isabel Quintanilla, María Moreno y Antonio López.
BIO
María Moreno, Madrid-1933
Desde joven sintió vocación por las artes y una gran pasión por la literatura, lo que le proporcionó un rico mundo interior.
Se formó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, donde ingresó en 1954 para cursar los estudios de Bellas Artes, especializándose en pintura. Esta etapa marcaría su vida, no sólo en lo profesional, sino también en lo personal. Allí conoció a sus amigos y compañeros artistas Antonio López García, Isabel Quintanilla, Amalia Avia, Julio y Francisco López Hernández y Lucio Muñoz (quien pronto se pasaría a la abstracción, pero que nunca abandonaría el vínculo con el grupo). La obra de estos artistas ha recibido distintos calificativos: realismo madrileño, figuración madrileña, hiperrealistas, o Escuela de Madrid, entre otras.
Precisamente uno de sus compañeros, Antonio López, se convertiría en su compañero sentimental y de aventura creativa. Aunque ambos han sentido interés por los mismos temas, que han enfocado desde el apego a la realidad, cada uno de ellos ha desarrollado su obra de forma individual, consiguiendo su propio estilo y visión.
Desde los años setenta del siglo pasado, la obra de María Moreno comenzó a mostrarse y a formar parte de colecciones internacionales. Teniendo gran repercusión las exposiciones que se celebraron en Alemania y Reino Unido dedicadas al grupo de artistas que se dedicaban a la Nueva Figuración en Madrid en aquellos momentos.
Sus exposiciones individuales han sido menos numerosas, pero han tenido un gran impacto en el conocimiento de su obra por parte de coleccionistas nacionales e internacionales. En 1973 expuso en la galería de Ernst Wuthenow en Frankfurt, quien además organizó varias y relevantes muestras dedicadas al realismo español practicado por María y algunos de sus compañeros. En 1990, el galerista parisino Claude Bernard convenció a la pintora para que expusiera en su galería; exposición que cosechó buenas críticas de público y crítica.
En los últimos años su obra ha formado parte de varias muestras colectivas, siendo especialmente significativas tanto la realizada en 1991 en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, Otra realidad. Compañeros en Madrid, como la reciente Realistas de Madrid en el Museo Thyssen-Bornemisza (febrero-mayo 2016). La primera fue clave en la comprensión de la figuración madrileña surgida en los años cincuenta, en el contexto del arte que se hacía por otros contemporáneos y compañeros; mientras que la segunda ha ofrecido la oportunidad de poner en perspectiva la obra de estos artistas tras unas largas trayectorias.
Los motivos de sus obras, que están siempre ligados íntimamente a ella, abarcan los paisajes, en los que Madrid tiene un lugar destacado, aunque también los de La Mancha; los retratos de personas de su entorno de la primera etapa; los interiores, que han estado presentes desde el comienzo de su carrera; unos pocos bodegones; los jardines y muchas flores, por las que ha tenido especial predilección a partir de los años noventa.
Además de en numerosas colecciones privadas, su obra está presente en las siguientes colecciones públicas: Fundació Sorigué, Lérida; Artium, Vitoria; Museo de Arte Contemporáneo de Toledo; Colección Iberdrola, Bilbao; Kupferstichkabinett, Kunsthalle, Hamburgo.